Fuente: Vatican News
Los hermanos Ilia y Stanislau Kostseu, condenados a muerte sin posibilidad de apelar en enero de 2020, han visto cómo les cambiaban la pena capital por cadena perpetua. Así lo afirman los familiares que han ido al centro penitenciario de Minsk en el que se encuentra el único corredor de la muerte del país. Allí tuvieron conocimiento de que habían sido trasladados a una cárcel para presos comunes. Los dos jóvenes, pues, ya no están en el corredor de la muerte, sino en una cárcel normal en Zhodzina, según el Centro por los Derechos Humanos Viasna, en contacto directo con los familiares. En los 30 años de independencia de Bielorrusia, se conoce un solo caso de gracia una vez la sentencia era definitiva.
Los hermanos, junto a su hermana mayor, habían pedido clemencia al presidente Alexandr Lukashenko, y desde muchos lugares del mundo asociaciones y ciudadanos de a pie habían enviado peticiones pidiendo su salvación. Tamara Ivanova Chikunova, que murió hace un mes, había trabajado intensamente contra la pena de muerte en Bielorrusia y en especial por la situación de los hermanos Kostseu. También había enviado una carta abierta al presidente Lukashenko para pedirle que perdonara a los dos jóvenes.
Ilia Kostseu, de 21 años, y Stanislau Kostseu, de 19 años, fueron condenados a muerte el 10 de enero de 2020 después de que el tribunal regional de Mahiliou los declarara culpables de asesinar a una antigua profesora y de incendiar su casa. La suya es una historia de pobreza. Su madre, Natalia, mujer sola y con tres hijos, para dar de comer a la familia trabajaba día y noche, y solía dejar a los dos niños con su hermana mayor. Natalia resistió durante 13 años, pero cuando Stanislav e Ilia tuvieron 14 y 16 años fueron a un centro de menores al que Natalia tenía que pagar cada mes una tercera parte de sus reducidos ingresos. Terminó fuertemente endeudada con el Estado.
Bielorrusia es el único país europeo que todavía mantiene la pena capital. Las ejecuciones se producen en secreto. Los familiares solo son informados de la muerte de sus seres queridos un tiempo después, cuando van a visitarles al corredor de la muerte. El pasado 30 de abril los familiares de Ilia y Stanislau fueron al corredor de la muerte y no les encontraron, pero supieron que estaban vivos.