Nuestro trabajo

La abolición de la pena de muerte es uno de los campos de compromiso global de la Comunidad de Sant’Egidio. En cuanto extrema síntesis de las violaciones de los derechos humanos, la pena de muerte representa una forma de tortura, contradice una visión rehabilitativa de la justicia, legitima la violencia y la perpetua. A menudo se vuelve un instrumento para atacar a minorías políticas, étnicas o religiosas. Además, cuando un Estado mata en nombre de la ley, rebaja el nivel de su sistema legislativo al nivel de quien mata.
Nuestro trabajo comienza en las cárceles y en los brazos de la muerte, con personas que viven el drama de la pena de muerte. Desde hace muchos años hemos creado una red humana de relaciones, visitas y correspondencia con muchos presos, tratando de no olvidar a ninguno y de acompañar su difícil existencia. Siguiendo sus casos, salió a relucir una verdad incómoda: los errores judiciales, son el resultado de procesos sumarios o de defensas superficiales.
Para contribuir al aumento progresivo del numero de países que rechazan la pena de muerte como medio de justicia, hemos elaborado nuevas estrategias:

 

Peticiones
Las peticiones enviadas a Gobernadores o a otros oganismos competentes pueden ayudar a obtener la conmutación de la pena o la revisión del caso. Con una firma se puede contribuir a salvar una vida. Seguir
Ciudades por la vida – contra la pena de muerte
Es una red de ciudades que promueven la abolición de la pena de muerte y la cultura de la vida. La iluminación de un monumento-símbolo y otras iniciativas culturales caracterizan las ciudades por la vida. Tú puedes sumarte a citiesforlife. Seguir
Congresos
Son espacios de debate, diálogo y búsqueda de nuevos caminos para una gestión más humana de la justicia. Participan en un trabajo común países mantenedores y países abolicionistas. Los congresos internacionales son en clave abolicionista. Seguir
Escribir a un condenado a muerte
“Gracias porque, sin conocerme, me has ofrecido tu compasión. Tus cartas han llegado a este lugar de tinieblas y han cambiado mi vida. Me has dado esperanza”. Seguir