Bryan Frederick Jennings es un preso de Florida que ha pasado más de 46 años en el corredor de la muerte por un homicidio que tuvo lugar en 1979. Fue condenado con 20 años. Las pruebas en su contra eran circunstanciales y se basaban solo en testimonios no fiables.

En 1989 el gobernador Martinez ya fijó una fecha para la ejecución, pero se concedió una suspensión de la ejecución para demostrar que su condena era errónea. Bryan no tuvo un abogado que lo representara frente al tribunal estatal de Florida durante varios años, hasta que se firmó su condena a muerte, algo que viola los principios fundamentales de un proceso justo y del respeto a la vida humana. La falta de un acceso completo y justo a una defensa legal es contrario a cualquier definición de justicia, de clemencia y de misericordia.

El gobernador de Florida ha fijado su ejecución para el 13 de noviembre de 2025. Hasta que no se ha fijado la fecha no se ha presentado una solicitud de último minuto de nombramiento de abogados que le representen.  Estos abogados han presentado una moción de urgencia pidiendo una suspensión de la ejecución.  Los motivos son claros: Jennings no tiene representación legal desde 2022, mientras que el Estado debería haber nombrado a un abogado que le representara hace tiempo. Hacerlo solo un mes antes de la ejecución equivale a una decisión destinada a negarle cualquier posibilidad de defensa real, algo que crea un claro desequilibrio a favor del Estado y demuestra el desprecio por el valor de la vida humana, sobre todo en un Estado que aplica la pena de muerte.

Bryan Jennings, de niño en la foto, ahora es un hombre de casi 67 años amable, generoso, atento y bueno. En todos estos años ha hecho un increíble camino interior y espiritual, con una determinación inquebrantable de convertirse en una persona mejor. Su larga amistad por carta con Federica ha sido para él “un motivo para seguir adelante, un motivo para dejar a un lado todo lo que las personas de aquí dentro hacen cada día para destruirme, un motivo para ver mi vida como algo que vale la pena vivir”. A pesar de todo, el Estado de Florida se prepara para ajusticiarlo, aunque hoy Bryan es una persona totalmente distinta del joven de veinte años que era en 1979. En todos estos años ha hecho un increíble viaje interior y espiritual, con la firme voluntad de ser un hombre mejor. Su larga amistad por carta con Federica ha sido para él “un motivo para seguir adelante, un motivo para dejar a un lado todo lo que las personas de aquí dentro hacen cada día para destruirme, un motivo para ver mi vida como algo que vale la pena vivir”. A pesar de eso el Estado de Florida está a punto de ejecutarlo, pero hoy Bryan es una persona totalmente distinta del joven de veinte años que era en 1979.

Con la Comunidad de Sant’Egidio hacemos un llamamiento para salvar su vida. Pedimos clemencia para Bryan Jennings y que salven su vida.