El 10 de octubre se celebra el Día mundial contra la pena de muerte. El reciente premio de Dale Recinella ilumina una historia de compromiso con la vida junto a los presos del corredor de la muerte.
Dale Recinella, asistente espiritual de los condenados a muerte en Florida, recibió el premio «Guardián de la Vida» de la Academia Pontificia para la Vida en Roma. La Comunidad de Sant’Egidio felicita a un gran amigo de la campaña por un mundo sin pena de muerte. Dale ha dado su conmovedor testimonio en varios actos de Ciudades por la Vida organizados por la Comunidad: para él, su encuentro con el atroz sufrimiento de los condenados a muerte fue el inicio de un viaje de conversión personal, junto con su esposa Susan, que le ha llevado a un compromiso global para afirmar que no hay justicia sin vida. Su experiencia también llegó a los reclusos de una cárcel del Lacio donde Sant’Egidio trabaja desde hace años.
Dale quiso visitarlos durante su estancia en Roma, compartiendo con la Comunidad la importancia de concienciar sobre la injusticia de la pena capital, incluso en los países en los que hace tiempo que se ha abolido, para reforzar el sentido de humanidad de la sociedad y orientar siempre los sistemas judiciales no hacia la venganza sino hacia la promoción de la vida.
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